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Miles de sepias muertas esparcidas misteriosamente por la playa.
Es lo que se encontraron el pasado domingo quienes se acercaron a la costa de Bahía Inglesa, en la región de Atacama, al norte de Chile.
Las autoridades, que investigan las causas del suceso, pidieron a la población, con escaso éxito, no acercarse ni tocar los moluscos. Todo apunta a la contaminación como responsable de lo sucedido.
"Es algo espantoso porque está toda la orilla de la playa con estos bichitos muertos", comenta una mujer.
Por precaución los responsables medioambientales también recomiendan a los locales no comer pescado.
"Se desconocen los motivos, las reales causas", asegura Pablo Orrego, oficial de la Marina. "Pero estamos trabajando con el departamento de Asea y Ornato y la municipalidad, el servicio nacional de pesca para poder sacar estos animales del sector de la playa".
Bahía Inglesa es uno de los destinos turísticos más importantes de Chile. Se teme que esta ola de peces muertos perjudique a la industria pesquera, fundamental para la economía de la zona.
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