Miguel Franjul
Primero fueron los noticiarios y luego la televisión informativa de 24 horas los precursores en la difusión de noticias al instante, alterando de cuajo el modelo tradicional que prevaleció durante décadas en el cual la primacía informativa la tenían los diarios impresos.
Esa es la génesis de los grandes desafíos que, producto de la irrupción de modernas tecnologías para la comunicación de masas, han tenido que afrontar en cada ciclo de innovación los medios tradicionales para no renunciar a su misión esencial y adaptarse a ellas para sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo.
Pese al alto impacto de este modelo televisivo de 24 horas de noticias, que permitía al público enterarse y ver con sus propios ojos las imágenes de un episodio en vivo en cualquier parte del mundo, la prensa escrita entendió que tenía que apostar a otras dimensiones y a otro modelo, y eso es justamente lo que ha impulsado sus exitosos procesos de reinvencion.
¿En que consiste esa reinvención? Pues en un reenfoque de sus contenidos para “descubrir la noticia” más allá de sus actuales formas ( la brevedad y la instantaneidad) y de su fondo ( la superficialidad, la escasa comprobación y la ausencia de filtros y reglas para contrastar las fuentes) de modo que el público pueda manejar un contexto más real y menos manipulado de los hechos.
Por eso apostó a darle mayor preferencia a las investigaciones y análisis de los hechos, a aprovechar las tecnologías que permiten manejar bases de datos existentes y ahora al uso de la inteligencia artificial para interpretar y mostrar las diferentes caras de un hecho, más allá de las “Breaking News”, el punto fuerte de las redes sociales.
En la capacidad de adaptación y aplicación de las nuevas tecnologías que constituyen hoy los soportes de la comunicación digital, la prensa escrita, que también ha hecho un matrimonio con otras plataformas para actuar en clave multimediatica, libra su lucha por la sobrevivencia en base a la confiabilidad y profundidad de sus contenidos.
El formidable cambio que trajo la televisión informativa, sobre todo la de 24 horas, no menguó el nivel de influencia y penetracion de la prensa escrita ni la hizo sucumbir, como muchos temian en el momento del climax de ese modelo.
Es que los medios, como la materia, se transforman. Y todos pueden asumir este principio siempre que no desestimen la importancia de las innovaciones ni se cierren a ellas a todo canto, presumiendo que podrían afilar cuchillos para sus gargantas. El éxito está en asumirlas y aplicarlas, según se pueda en sus plataformas.
La clave inmutable de la reinvención es la de mantener y proteger las reglas del periodismo profesional, que está más que inmunizado frente a otras plataformas ante la plaga de noticias falsas, manipulaciones y distorsiones de la realidad, y que tiene un claro concepto de los límites naturales y legales de la libertad de prensa y expresión para no desbordarlos arbitrariamente.
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