El Ejército brasileño, que ha visto durante estos meses con preocupación, cómo el presidente Jair Bolsonaro se posicionaba junto a Donald Trump en este sentido, ha vuelto a insistir en que ni quiere ni alentará una maniobra externa en el país vecino.
Bolsonaro ahora tampoco lo ve claro:
"Esa posibilidad ( intervención) es prácticamente nula, no hay posibilidad de eso. Hay otros países actores en eso: Estados Unidos, Rusia."
Al presidente brasileño le preocupan los "efectos colaterales" que la crisis venezolana puede tener en Brasil, especialmente en lo que se refiere al alza del precio del combustible debido a los embargos a Venezuela y el abastecimiento de energía en el estado fronterizo de Roraima.
"Estamos preocupados, sí, por esa acción y los embargos. El precio del petróleo aumentaría y tenemos que estar preparados, debido a la política de Petrobras (la compañía petrolera estatal) de no intervención por nuestra parte (de la presidencia). Pero podríamos tener un grave problema en Brasil en el abastecimiento de energía en el estado fronterizo de Roraima", añadió.
Los militares que rodean a Bolsonaro esperan y confían en que finalmente el Ejército venezolano decida apoyar sin reparos a Guaidó, lo que no ocurrió este miércoles. Según ellos, la "estructura militar" de Guaidó es precaria, frente al apoyo comprado de cerca de 2000 generales por parte de Maduro
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