Aumenta la tensión en el complejo tablero de Oriente Medio. Estados Unidos ha acusado a simpatizantes de Irán de haber atacado dos petroleros de Arabia Saudí. Entre los saboteadores, siempre según Washington y Riad, estarían rebeldes hutíes del Yemen y milicias chiíes procedentes de Irak.
Hasta el momento, todos son avisos verbales, como el Brian Hook, representante especial de EEUU para Irán: "Si nos atacan, responderemos con fuerza militar. No buscamos ningún enfrentamiento con el régimen iraní. És su decisión, y creemos que sería muy importante que les advirtiéramos contra los errores de cálculo. Queremos disuadirlos, la Presidencia lo ha dejado muy claro, así que nos centramos en la diplomacia".
El ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, impulsor del acuerdo nuclear del que se ha retirado Estados Unidos, ha mantenido una reunión con su homólogo indio tras la que ha indicado que "discutimos de asuntos regionales. También hablamos de las políticas que intentan imponer los partidarios de la línea dura tanto en la administración estadounidense como en la región. Expresamos nuestra preocupación por las actividades sospechosas y el sabotaje que está ocurriendo en nuestra zona. Anteriormente habíamos anticipado que llevarían a cabo este tipo de acciones para aumentar la tensión".
India, segundo importador de crudo iraní tras China, ha suspendido sus compras, por temor a las represalias de Estados Unidos, que quiere bloquear la principal fuente de financiación del régimen de los ayatolás después de abandonar unilateralmente el acuerdo nuclear.
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