La virulencia del estallido social en Chile lleva al Presidente Sebastián Piñera Piñera a extender el estado de emergencia a varias ciudades del norte y sur del país, sumándose así al ya impuesto en la capital, Santiago. Este fin de semana, al menos ocho personas han muerto en los incendios provocados en medio de los saqueos. Piñera justifica así su decisión de decretar el toque de queda.
"Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable que no respeta ni a nada ni a nadie, que está dispuesto a usar la violencia sin ningún límite".
La chispa que prendió la llama
El caos que mantiene en vilo a Chile se originaba el pasado jueves después de que Piñera decidiera aumentar el precio del transporte público. Una medida muy controvertida que fue eliminada días más tarde pero que no amainó la furia de los ciudadanos. Estos continúan desafiando a las autoridades y bloqueando medios de transporte en señal de protesta. Algunos aprovechan el caos para saquear establecimientos en busca de alimentos y electrodomésticos, principalmente.
La situación es de especial complejidad en un país con grandes desigualdades que no había decretado el toque de queda desde 1987, durante los últimos años de la dictadura de Pinochet (1973-1990).
Hay desplegados al menos 8000 militares.
Video de cortesía:
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