Temerosos de quedar atrapados en España tras el cierre de fronteras, miles de turistas intentan desesperadamente comprar un billete de salida.
En el aeropuerto de las Islas Canarias reina una tensa calma. Las aerolíneas redujeron el número de vuelos a la península como una de las medidas restrictivas debido al brote del coronavirus.
Las vacaciones para los viajeros quedaron por terminadas cuando el Gobierno español decretó el estado de alarma en todo su territorio, el pasado 14 de marzo.
Mientras tanto, los turistas franceses en Marruecos piden al presidente Emmanuel Macron que facilite su regreso después que el reino de Mohamed VI anunciara estricta restricciones fronterizas.
"Somos rehenes de Marruecos porque nos han dicho de organizarnos con nuestras aerolíneas cuando no hay más aviones".
Francia ha dispuesto que sus 12 mil nacionales sean extraídos gradualmente en unos vuelos organizados conjuntamente con las autoridades marroquíes. Un operativo que según el gobierno galo tomará algunos días
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