El pasado febrero, el presidente Abinader anunció de forma solemne, durante su discurso ante el Congreso Nacional, la construcción de una verja a lo largo de toda la frontera, acompañada de sistemas tecnológicos, como cámaras de reconocimiento facial, sensores de movimiento e infrarrojos.
El objetivo, según Abinader, es acabar en un plazo de dos años con la inmigración irregular, el narcotráfico, el contrabando y el robo de vehículos y de ganado.
El general José Manuel Durán, comandante del Cesfront, explicó a Efe que la valla no cubrirá los 380 kilómetros de la frontera, ya que no será necesaria en las zonas montañosas, y solo se instalará en "lugares neurálgicos", que actualmente son considerados como "vulnerables".
"Todas las amenazas que enfrentamos a diario, con esa obra se van a controlar significativamente, porque no hay forma de pasar una vaca que se sustrajo del lado dominicano por una altura de 15 pies, ni tampoco un vehículo", dijo el general Durán en Dajabón, el principal paso entre República Dominicana y Haití, ubicado en el norte de la isla, y donde todavía no hay verja.
Actualmente, las empresas interesadas en el proyecto de la nueva valla están elaborando sus levantamientos para presentar las propuestas para la construcción, que debería de empezar antes del final del año.
Según fuentes militares, la nueva verja probablemente comenzará a construirse por Pedernales, el paso fronterizo más meridional y el menos transitado de los cuatro oficiales.