Trabajo
de construcción para al expansión del Canal de Panamá. Foto de archivo: Banco
Mundial/Gerardo Pesantez
En su
último informe, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe proyecta
un aumento del PIB del 1,5%, siete décimas menos que en la edición anterior.
Las economías de América Latina y el Caribe crecerán de media un
1,5% durante el 2018, gracias a una subida de la demanda interna, en particular
del consumo privado, y a un exiguo crecimiento de la inversión, según apuntó
este jueves la CEPAL.
Según
las previsiones apuntadas por el Estudio
Económico de América Latina y el Caribe 2018 presentado en
Ciudad de México por su secretaria ejecutiva, Alicia Bárcena, el crecimiento
medio, que ha disminuido siete décimas con respecto a la última estimación del
2,2%, sigue siendo positivo pero apunta a signos de ralentización.
America
Central al frente de las subidas
Las
estimaciones de crecimiento por subregión siguen mostrando una
gran disparidad. Mientras se espera que sea del 1,2% en América
del Sur, en América Central crecería hasta un 3,4 % y hasta un 1,7% en el
Caribe.
El
crecimiento por países lo lideran la República Dominicana y Panamá con
un aumento estimado de su producto interno bruto (PIB) de un 5,4% y un 5,2%,
respectivamente. Les siguen, Paraguay con un 4,4%, Bolivia con un 4,3%, Antigua
y Barbuda con un décima menos, mientras que Chile y Honduras obtendrán un 3,9%.
En
el lado opuesto, la economía venezolana caerá un 12%,
la de Dominica un 6,4% y verá reducirse ligeramente su PIB en un 0,3%.
El
informe destaca la complejidad de la economía mundial salpicada “por conflictos
comerciales entre los Estados Unidos, China y otras naciones; riesgos
geopolíticos crecientes y una caída en los flujos de capitales hacia los
mercados emergentes en los últimos meses”, entre otros aspectos.
Registros equilibrados en impuestos y desempleo
La
recaudación de impuestos en la región se mantendrá estable con un 17,8% del
PIB; la inflación media responde a las expectativas esperadas con un 6,5%,
excluyendo a Venezuela; y la tasa de desempleo urbano regional se situaría en
un 9,2%, una décima menos que el año pasado.
Ante
estos resultados, Bárcena apuntó que la región “sigue creciendo, aunque a menor
ritmo de lo proyectado hace unos meses, a pesar de las turbulencias
internacionales”. Eso es “positivo”, dijo pero “nos insta a redoblar esfuerzos
para generar una reactivación, sin caer en ajustes fiscales excesivos”. La
integración regional “puede jugar un papel fundamental y hacia allá debemos
apuntar”, explicó.
El
estudio contiene un detallado análisis del progreso de la inversión regional
entre los años 1995 y 2017, donde destaca el incremento de inversión durante
las dos últimas décadas.
“La
región ha hecho importantes esfuerzos para aumentar el flujo de inversión, pero
tenemos el desafío de mejorar su composición sectorial para incentivar la
productividad de las economías. Aún queda mucho por hacer”, recalcó Alicia
Bárcena.