Olas voraces de más de 5 metros sacuden Cuba. Han convertido algunos barrios de la Havana en auténticas riadas. Los servicios de emergencia han tenido que rescatar varios animales de compañía y algunos ancianos han tenido que salir en barca o en camilla.
Las autoridades cubanas han pedido precaución a la población. Los que pueden mudarse buscan un sitio menos inundado dentro de la isla, desplazandose en excavadora para poder llevar sus pertenencias sin que se calen por el agua.