Una camioneta bomba causó este jueves al menos una veintena de muertos y sesenta y ocho de heridos al irrumpir en escuela policial de Bogotá cargada con 80 kilos de explosivos.
El primer atentado mortal que sufre Colombia desde que asumió a presidencia Iván Duque el 7 de agosto ha conmocionado al país y a la clase política.
El fiscal general de colombia, Néstor Humberto Martínez responsabilizó a la milicia Ejército de Liberación Nacional.
La polícia colombiana ha identificado al conductor del vehículo bomba como José Aldemar Rojas, miliciano del ELN en Puerto Nuevo, en el departamento de Arauca. Hay al menos otro detenido como cómplice.
El gobierno y el ELN iniciaron en febrero de 2017 unas conversaciones de paz suspendidas sin ninguna conclusión.
El gobierno colombiano ha insistido tras el atentado que no habrá negociaciones de paz con ese grupo mientras no entregue a todas las personas que tiene secuestradas y anuncie un alto el fuego. Desde agosto el ELN ha secuestrado a nueve personas que se suman a las que ya tenía cautivas y ha perpetrado 33 voladuras de un oleoducto.
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