Durante décadas, bebedores de todas partes del mundo han empleado un legendario mito: beber cerveza antes del vino puede disminuir la resaca.
Pero esta creencia popular podría haber llegado a su fin. Un grupo de científicos de Reino Unido y Alemania ha publicado un nuevo estudio en el American Journal of Clinical Nutrition. Y según los resultados, el viejo dicho no es más que un simple mito.
Noventa voluntarios hicieron parte de la investigación que tuvo lugar durante el verano de 2017. Los participantes, de 19 a 40 años, fueron divididos en tres grupos:
El primero, bebió dos pintas de cerveza y después cuatro copas grandes de vino.
El segundo, hizo lo mismo, pero en el orden contrario.
El tercero, solo uno de los dos.
Una semana después de la primera prueba, los primeros dos grupos intercambiaron el orden de las bebidas y el tercero solo bebió vino o cerveza, dependiendo de lo que había bebido la semana anterior.
Al final de cada sesión, se les pidió que evaluaran qué tan borrachos estaban, antes de darles agua para hidratarse y llevarlos a dormir al lugar del estudio. Al día siguiente debían informar cuán intensa era su resaca, midiendo su sed, cansancio, dolor de cabeza y niveles de náuseas.
“No encontramos nada cierto en la idea de que beber cerveza antes del vino te da menos resaca que beber vino y luego cerveza”, afirmó Joran Kochling de la Universidad Witten/Herdecke.
Kai Hensel de la Universidad de Cambridge afirmó por otro lado que “beber cualquier bebida alcohólica en exceso puede provocar una resaca”.
"La única manera fiable de predecir lo miserable que te sentirás al día siguiente es por lo borracho y mareado que te sientes. Todos debemos prestar atención a estas advertencias cuando bebemos", agregó.
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