39 dominicanos se ganan la vida en las serenas aguas dulces
La asociación de pescadores opera desde 1986
Varias jaulas de tilapias desarrollan su producción en el cautivador entorno la presa de Hatillo, el reservorio de agua dulce más grande e importante del Caribe, en la reserva arqueológica del Parque Nacional Aniana Vargas.
Aunque la Unión de Pescadores la presa de Hatillo ha recibido apoyo gubernamental, a través de las populares Visitas Sorpresa, aún requiere ayuda técnica para explotar el potencial que tiene la pesca en la zona.
Al respecto, Andrés Leonardo (Johnny) Romero, presidente de la Asociación Unión de Pescadores incorporada de la presa, explicó que la sociedad, que reúne a 39 pescadores, se ha dedicado a la crianza de peces en jaulas. “Este proyecto se inició con 64 pescadores, pero en el momento quedan 39. De los 39, hay 31 que son los que están positivos en darle continuidad, porque esto a pesar de todo lleva un sacrificio de trabajo muy amplio”, dijo.
La asociación de los batalladores de las aguas dulces opera desde el 1986. En la actualidad, tiene unas 25 jaulas y una producción estimada en unas 15 mil libras de tilapia mensuales.
Romero recordó que el pasado año los productores vendieron tilapias casi todos los meses y que la actividad contribuye al desarrollo económico de la fértil provincia.
Financiamiento de las Visitas Sorpresa
En el 2015 el presidente Danilo Medina hizo un préstamo más de ocho millones de pesos a la asociación, pero hasta la fecha sólo han retirado tres millones, por decisión de los pescadores.
“Este fue un financiamiento que logramos a través de las Visitas Sorpresa”, relata Romero, orgulloso de ese logro.
Gracias a esos recursos, pudieron aumentar la crianza de alevines, incrementar la producción y pagar más de un millón de pesos del préstamo.
No obstante, Romero señala que pronto recibirán otro desembolso, que permitirá a los asociados superar limitaciones técnicas y avanzar con su proyecto.
El directivo reconoce que no todo es miel sobre hojuelas en la actividad pesquera, a la que hay que dedicar mucho esfuerzo y recursos económicos.Los pescadores necesitan “mucha capacitación” para echar hacia adelante el negocio, dice Romero. Además, quieren “incursionar en el turismo ecológico siempre y cuando no se contamine el ambiente y se pueda hacer de forma adecuada”.
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