Este domingo ha comenzado en Verona, en el norte de Italia, la 53 edición de Vinitaly, la mayor fiesta del vino del mundo. En ella participan unos 4.600 expositores de 35 países distintos. En la feria, que acabará el próximo miércoles, están programados más de 400 eventos.
La expectación es tal que todas las entradas están agotadas desde hace meses. El ministro italiano del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, no se ha perdido la inauguración del certamen, que el año pasado atrajo a 128.000 visitantes de 143 países distintos.
Las cifras de Vinitaly son reflejo del auge del sector en Italia, que el año pasado se confirmó como el primer productor mundial de vino con más de 50 millones de hectólitros y registró un crecimiento de las exportaciones de un 3%.
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