Una misión conjunta de la Agencia Espacial Europea y la NASA tiene como objetivo, por primera vez, proporcionar imágenes de cerca de las regiones polares del Sol, observar su actividad magnética, y tratar de conocer el funcionamiento interno del Sol.
El aparato se encuentra ahora sometido a pruebas de estrés en Alemania.
Aunque parezcan muy lejos esos 45 millones de kilómetros, el objetivo de la nave es acercarse más que Mercurio, que lo hace a 58 millones. Mientras la Tierra está a 150 .
La misión se llama Solar Orbiter, Cesar Garcia, dirige el proyecto en Alemania: "Usamos lo que llamamos bovinas de voz, que básicamente son altavoces muy potentes. Y hacemos un movimiento de vibración de la nave espacial longitudinalmente y luego lateralmente, y lo que intentamos ver son las frecuencias resonantes de la nave".
Los ingenieros están comprobando si sus delicados instrumentos podrán sobrevivir al lanzamiento.
La antena de la nave espacial, que se utilizará para enviar datos e imágenes a la Tierra, utiliza solo un kilovatio de potencia, menos que un lavavajillas.
A 45 millones de kilómetros del Sol tendrá que hacer frente a temperaturas de unos 500 gradoscentígrados. Po ello, cuenta con protecciones térmicas especiales.
Solar Orbiter está programada para ser lanzada desde el centro de la NASA en Cabo Cañaveral, en Estados Unidos, a principios de 2020.
Se espera que alcance su objetivo, la menor distancia con el Sol, en abril de 2022.
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