Decenas de cerdos de granja en Hungría están condenados a muerte. En un caso particular, un dueño piensa en sacrificar a su animal antes de que la epidemia de la gripe porcina llegue a la región.
En los últimos meses, el virus se ha propagado entre los jabalíes del noreste del país. Según las autoridades húngaras, hasta el momento ningún animal de granja ha sido infectado, pero más de 5 mil fueron sacrificados como medida de seguridad.
"Seguimos el principio de que la seguridad es lo primero, por lo que esta decisión se toma sobre la base de la prevención. Desgraciadamente, hemos ordenado el sacrificio de 5.300 cerdos", explicó el veterinario Lajos Bognár a cargo de este operativo.
István Csonka, un granjero que vive en uno de los territorios afectados, en la parte oriental del país, perdió su cerdo debido a una enfermedad que comenzó con una fiebre.
"Ahí es donde murió mi cerdo, lo sacamos de aquí y lo cortamos, y el veterinario dijo que sí, que era la gripe porcina", contó Csonka en su corral.
El Gobierno húngaro considera un operativo de "sacrificio masivo" del cerdo de granja
Las autoridades aseguran que diferentes enfermedades tienen síntomas similares. Todas las muestras tomadas han dado negativo hasta ahora.
Según documentos filtrados del Ministerio de Agricultura, las autoridades consideran que la solución más segura sería sacrificar por completo a los cerdos de pequeñas granjas.
Sin embargo, el plan continúa en discusión.
Según los críticos, en vísperas de las elecciones locales, el Gobierno no quiere recibir un golpe en su popularidad.
Para los dueños es muy difícil seguir las medidas de seguridad impuestas por las autoridades. Asimismo, el sacrifcio de estos animales es una gran pérdida para ellos.
Ese cerdo daba de comer a la familia. Ahora no lo hará más ya que está muerto. No sé cómo vamos hacer ya que los precios de los alimentos en los supermercados están subiendo todo el tiempo, dijo János Vereb, un pensionado de la localidad.
La población local también habla de las grandes explotaciones porcinas de la región, en las que las autoridades han matado a más de 10 mil cerdos. Intentamos confirmar esta información con los propietarios de las instalaciones, pero todos se negaron a hacer comentarios.
Esta comunidad contaba con una decena de cerdos, que fueron los primeros en ser retirados por las autoridades. La gente está molesta por la pérdida de sus propiedades y tiene miedo de hablar porque está esperando una compensación del Estado.
Por otro lado, Hungría no puede dar un palso en falso, debido a la importante exportación húngara de carne de cerdo y los 300 mil puestos de trabajo que están en juego.
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