La crisis en Ecuador ha devuelto al primer plano de la actualidad a Rafael Correa. Acusado de estar detrás de las protestas contra el Gobierno de Lenín Moreno, el expresidente ecuatoriano, que vive en Bélgica prófugo de la Justicia de su país, que le imputa varios delitos, pide la convocatoria inmediata de elecciones y no descarta regresar:
"Si mi presencia es necesaria y ojalá que no lo sea, tendré que participar. A mí me inhabilitaron inconstitucionalmente, ilegalmente, para ser candidato a presidente. Hicieron una ley retroactiva, diez años, del 2008, para impedirme ser presidente. Pero de Vicepresidente para abajo puedo concurrir. Puedo concurrir para asambleísta. Pero lo van a tratar de evitar por todos los medios, poniendo cualquier pretexto, cualquier restricción, abusiva, ilegal", afirma.
Correa rechaza, por ridículas, las acusaciones de orquestar las protestas junto a Venezuela:
"No podemos perder el tiempo, burlarnos de la audiencia, respondiendo a un hombre que tiene insanidad mental. Decir que con (el presidente venezolano) Maduro hemos planificado esto para desestabilizarlo cuando tiene a todo un pueblo, de todas las regiones, correístas, anticorreístas, en las calles protestando, no solo por las medidas económicas, sino por dos años de desgobierno, de mentiras, de corrupción. El Gobierno es corrupto, Moreno es corrupto", sentencia.
Lenín Moreno fue vicepresidente de Ecuador en seis de los diez años que Correa estuvo al frente del país.
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