El sexo vende siempre, pero parece que especialmente en tiempos de confinamiento y distanciación social. En México, las ventas de la principal cadena de sex shop del país prácticamente se han triplicado desde que se anunciaron las primeras medidas.
En las tiendas, ahora cerradas, se amontonan cajas y más cajas de placer sexual. Son compras realizadas exclusivamente por internet y que su directora de márketing describe como “compras de pánico”.
"Todavía no entrábamos en cuarentena y ya empezaba a haber compras de pánico. Había fines de semana que veíamos ventas de 10.000 o 12.000 pesos, y decíamos ¿quién gastó 12.000 pesos? Y era algo así como me hago con mi vibrador, mi lubricante, mis condones... Me hago con toda esta canasta básica de placer", explica Diana Benal, directora de márketing de Erotika.
Con los espacios públicos cerrados y las órdenes de confinamiento, los encuentros sexuales se han vuelto complicados. Esto ha favorecido, según Bernal, que algunos usuarios se decidan a experimentar con juguetes sexuales, con la ventaja de que, gracias al anonimato de las ventas en línea y los repartos a domicilio, no hay vergüenza ni tabú.
"Y te das cuenta de que vas a estar en casa mucho tiempo contigo (risas) y te dices ¿qué demonios voy a hacer con mi placer sexual?", afirma la jefa de márketing.
En cuanto a la clientela, la mayoría son mujeres, un 70 %. Los productos estrella son los dildos y los vibradores y, entre las parejas, los productos de estimulación y los kits de bondage.
En tiempos de pandemia y de crisis económica, parece que este sector se porta de maravilla.
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