China inaugura en Hong Kong la "Oficina de Salvaguardia de la Seguridad Nacional". La ceremonia oficial se produce ocho días después de que entrara en vigor la polémica ley de seguridad, que desató multitudinarias protestas en el territorio semiautónomo.
El jefe de la oficina ha prometido que sus agentes no violarán los derechos de los ciudadanos.
"Tener una ley es el punto de partida para salvaguardar la seguridad nacional. Debemos asegurarnos de que la ley se haga cumplir estrictamente y de que quien la viole rinda cuentas", ha declarado Carrie Lam, jefa del Gobierno de Hong Kong.
La nueva ley prohíbe lo que Pekín ve como actividades secesionistas, subversivas o terroristas y la colusión extranjera. La Policía tiene amplios poderes para realizar registros sin órdenes judiciales. Para sus detractores, viola el principio de "Un país, dos sistemas" y acaba con la libertad de expresión. Ya ha habido centenares de detenidos desde su entrada en vigor.
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