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Cuéntame una canción: Mannish Boy, de Muddy Waters



By: MZK

“Oh sí, oh sí, todo va a estar bien esta mañana”.

Empoderante afirmación, sin duda, tras la cual surge uno de los riffs de guitarra más potentes que el mundo haya escuchado. Puro paradigma del blues, constantemente imitado pero jamás superado, pues quien lo interpretaba era seguramente el más claro icono del género: un Muddy Waters (nacido McKinley Morganfield) que acababa de emigrar desde Mississippi a Chicago y con este single pretendía, básicamente, cobrarse venganza por un robo.


El “robo” fue perpetrado nada menos que por otro grande del rhythm and blues y genio de las seis cuerdas, Bo Diddley, que se había “inspirado” en el riff de “Hoochie coochie man”, canción que escribiera para Waters Willie Dixon -su bajista y otro grande por derecho propio del blues- y que fue una de las primeras interpretaciones de éste con banda completa en lo que se considera una de las cartas fundacionales del blues eléctrico (se editó en 1954), para componer -dicho sea esto en tono irónico- su éxito “I’m a man”, que básicamente fusilaba el arquetípico riff de la tonada original de Muddy, una de las canciones por las que siempre será recordado y cuya particularidad era que sintetizaba en un riff monocorde de pocos compases toda el alma del blues. Todo un vendaval al que alguien como Diddley, que rasgaba su característica guitarra cuadrada como si le fuera la vida en ello, supo sacar todo el partido.


Bo Diddley (de nombre real Ellas McDaniel) también, al igual que Muddy, había nacido en Mississippi, pero emigró a Chicago mucho antes que él y se encontraba ya allí establecido cuando aquél se mudó para buscarse la vida con ayuda del sello Chess. Bo era más joven y muy, pero que muy presuntuoso. Como se sabía dueño de un estilo propio -con aquél beat tan peculiar que tenían sus canciones- no tenía ninguna intención de hacer ver sus influencias, entre las cuales, por supuesto, se encontraba Muddy Waters. Por eso, cuando en abril de 1955 el sello Checker editó como uno de sus primeros singles “I’m a man”, canción con la que se apartaba, por cierto, de su ritmo característico, el tío tuvo la desfachatez de acreditarla completamente a sí mismo, sin reconocer el mérito de quien tuvo la idea.


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