SAN DIEGO - En cierto modo, el asombroso éxito de los Padres esta temporada ha sido algo injusto para Wil Myers. Cuando el equipo estaba mal, y desde la llegada de Myers en 2015, está 102 juegos por debajo de .500, las luchas de Myers fueron el punto focal. Sus tribulaciones como la cara única de la franquicia crecieron para definir toda una era de reconstrucción de los Padres.
¿Ahora? San Diego está 10 juegos por encima de .500 después de una victoria de 14-5 sobre los Rockies el martes por la noche en Petco Park. Mike Clevinger obtuvo su primera victoria para su nuevo club, y los Padres continuaron apostando su reclamo como contendientes de la Serie Mundial.
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Myers, por supuesto, ha sido una parte integral de todo eso, y agregó dos jonrones más el martes, incluido un grand slam en la primera entrada para reavivar "Slam Diego". Sin embargo, en un equipo con nombres más importantes y múltiples candidatos a MVP, Myers ha pasado completamente desapercibido, a pesar de su promedio de bateo de .297 y su OPS de .973, ambos máximos de su carrera.
Bien por él. Myers está ganando. Y ha pasado mucho tiempo desde que hizo algo de eso.
"Definitivamente es más emocionante después de pasar por esos años de lucha aquí en el proceso de reconstrucción", dijo Myers a fines del mes pasado. "Por fin está aquí. Tenemos el equipo que han estado formando durante esos años.
"Ha pasado mucho tiempo."
Quizás mejor que nadie, Myers comprende lo que significa el éxito de los Padres esta temporada para una base de fanáticos hambrientos de playoffs. Llegó a la postemporada con Tampa Bay en su primer año en las Grandes Ligas y no ha vuelto desde entonces. Francamente, no se ha acercado.
Después de una campaña All-Star 2016, Myers firmó una extensión de contrato por seis años en San Diego. Luego promedió solo 1 WAR en los primeros tres años de ese acuerdo.
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