La Navidad como momento de reuniones familiares, regalos y celebraciones. Este año es el momento de confinamientos y mascarillas. Para los olvidados, los juguetes rotos, la Navidad es el momento de ver o suponer la felicidad ajena. El papa abrió un ala del vaticano como residencia para los sin techo en la Plaza de San Pedro en Roma.
Una comida caliente y un refugio seguro para pasar la noche. Francisco lo abrió en noviembre de 2019 y lo consagró como lugar donde los indigentes pueden encontrar un camino hacia una vida mejor.
Carlo Santoro, director del Palacio Migliori de la Comunidad San Egidio explica:_ “Muchos pobres estaban aquí y muchos finalmente encontraron su propio camino, su hogar; a menudo, algunos incluso regresaban con sus familias. El almuerzo navideño de la comunidad de San Egidio crea un vínculo único con la gente, no solo con los pobres, sino que es un vínculo muy fuerte para nosotros también, porque es una reunión familiar para los que no tienen familia, para los que se quedaran solos el día de Navidad "._
Esta transición a una nueva vida es aún más importante hoy, en la era Covid-19, especialmente para las personas sin hogar sin asistencia médica, algo que subraya Claudia Palazzolo, médica y voluntaria:“En este momento, en que s muy difícil acceder al sistema de salud por la pandemia, este aspecto es más importante que nunca. Tienen miedo de ir al hospital y muchos servicios hospitalarios están cerrados. Por lo tanto, podemos evitar accesos innecesarios a las salas de emergencia, cuando sea posible ".
Santoro es testigo de la urgencia social en Roma:“Desgraciadamente, estamos viviendo en esta situación, donde todos los hospitales están realmente dedicados a la Covid. Tn solo el último mes, tres personas murieron solas en la calle, justo aquí a la vuelta de la esquina, y ninguna por Covid, sino porque se habían quedado solas ”.
Gente como Mario encontró aquí calor de familia y ellugar para disfrutar con otros nochebuena y Navidad.
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