Un bombero apaga un contenedor de basuras incendiado en Róterdam (25/01/21)
Países Bajos
Por segunda noche consecutiva, las principales ciudades holandesas han sido escenario de disturbios, enfrentamientos con la policía y saqueos de comercio, tras la imposición el pasado fin de semana de un toque de queda nocturno para luchar contra la COVID-19.
Este estallido de violencia no tiene precedentes en Países Bajos en los últimos cuarenta años. Para el primer ministro, Mark Rutte, esto no tiene nada que ver con una lucha por la libertad.
Rutte: "Esto es violencia criminal y la trataremos como tal"
"Esto es inadmisible y solo pueden provocar horror -afirmó-. Uno se pregunta realmente qué le pasa a la gente. Esto no tiene nada que ver con una protesta. Es violencia criminal y la trataremos como tal".
Entre las ciudades afectadas, Ámsterdam y, particular, Róterdam, donde los agentes antidisturbios utilizaron gases lacrimógenos y un cañón de agua contra los manifestantes, que atacaron y desvalijaron comercios. Decenas de personas fueron detenidas. Los alcaldes de varias localidades han advertido de que instaurarán medidas de urgencia para evitar nuevos altercados.
El toque de queda decretado el sábado pasado, entre las nueve de la noche y las cuatro y media de la madrugada, es el primero en Países Bajos desde la Segunda Guerra Mundial.
Video de cortesía:
.png)
