By: Miguel Franjul
Cuando el tren del cambio tecnológico tocó el pitazo de salida hacia un destino nuevo para los medios de comunicación, muchos llamados a subirse en sus vagones prefirieron quedarse en el andén.
Los que luego esperaron su llegada y lo abordaron en otros tramos de su infinita ruta, están evolucionando desde entonces hacia el campo de transformaciones que dan forma al nuevo ecosistema digital.
Este diario fue uno de esos pasajeros. Subió a los vagones, con determinación, hace justamente cuatro años, convertido en un modelo de fusión impresa-digital que procuraba insertarse en esa dinámica.
La experiencia ha sido la de una continua apuesta de prueba y error que comenzó, pero aún no ha terminado, con un proceso de cambio de mentalidad entre los que componen la plantilla del impreso.
Desde entonces, 9 de junio del 2017, los avances más tangibles que hemos tenido en la ruta son las de haber asumido una línea combinada de competitividad digital y otra de cualificación de contenidos en el impreso, a la luz de una nueva cultura.
La cultura del video, de los podcats y la actividad continua en redes sociales marcan las líneas de nuestra estrategia.
El año de la pandemia ha sido, de hecho, el más importante de estos cuatro, pues nos ha puesto a pensar con más ahínco en lo digital, y a concentrar las energías del papel en la definición de un periódico del día después.
Nuestras transmisiones en vivo, que desde 2017 nos han acompañado en Facebook, se han convertido a lo largo de estos cuatro años en una pieza importante de todas nuestras redes sociales para llevar la información en tiempo real.
En Facebook (2018) y Twitter (2020) alcanzamos el millón de seguidores. En Instagram picamos cerca de los 900 mil usuarios.
Durante estos cuatro años hemos tenido 99,154,157 usuarios; 635,630,773 visitas.
Estas cifras, las cuales son el fruto de un trabajo responsable, las han hecho nuestros lectores a quienes hay que agradecerles su fidelidad para con un trabajo que no descansa, y un equipo que día a día solo busca un propósito: llevar la información real, actual y a prueba de toda verosimilitud, a toda nuestra audiencia.
Audiovisual de cortesía:
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