Dos de los osos en la granja antes de ser liberados
La bilis de oso sigue es utilizada como medicamente en varios países asiáticos. Con la aparición de alternativas sintéticas, cada vez más gobiernos están prohibiendo su extracción, que se hace con el animal en cautividad, mediate operaciones quirúrjicas para instalarle los tubos necesarios para recoger el fluído.
En Nanning, China, el nuevo propietario de una de estas granjas quiso abandonar esta industria y pidió ayuda a la ONG Animals Asia. Empezó así una operación de más de ocho años para el traslado de estos 101 osos, que abandonaron las jaulas en las que estaban encerrados para comenzar una nueva vida en un santuario en Chengdu.