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Plan de Acción contra una educación perdida




Juan Tomás Díaz

Presidente Save the Children Dominicana

 


República Dominicana en 2018 obtuvo en matemáticas el peor resultado de todos los países evaluados en las pruebas PISA y en la evaluación de lectura los resultados cayeron 16 puntos respecto a 2015. Estos resultados del país están en consonancia con el informe de Evaluación Diagnóstica publicado en 2017 por el MINERD, donde se evidenciaba que sólo el 12% de los niños y niñas de tercer grado tiene un nivel aceptable de lectura. De igual forma, otro informe publicado también por el MINERD en 2018 señaló como el 60% de la deserción escolar en jóvenes de 18 a 20 años se debió a limitaciones en la lectura, comprensión y matemáticas.

 

A esta brecha de aprendizaje no resuelta, se sumó en 2020 la crisis del COVID-19 y la reconversión del modelo educativo presencial a un modelo educativo a distancia, que aún persiste hoy 15 meses después y que no ha podido llegar a los niños, niñas y adolescentes de los hogares más vulnerables. Datos recientes evidencian cómo en un escenario moderado 237,000 estudiantes han abandonado el sistema educativo actual, pudiendo alcanzar a más de 322,000, de un total de 1.8 millones de niños, niñas y adolescentes que conforman el sistema público educativo.

 

Las cifras resultan escandalosas, más aún si se parte de un déficit de aprendizaje previo, que ya condenaba a niños y niñas a reproducir los círculos de la pobreza y la marginalidad. Si además, a esto añadimos que los estudiantes que se han mantenido en el sistema educativo bajo la modalidad a distancia han tenido un aprendizaje limitado o nulo, o no han conseguido avanzar, tal y como ya señalan algunos estudios, estaríamos muy probablemente ante la mayor crisis educativa de los últimos años, que no olvidemos, tiene como víctimas inocentes a cientos  de miles de niños, niñas y adolescentes que ven truncada cualquier posibilidad de desarrollo digno, proyectos de vida y oportunidades de superación. Esto implica además un alto daño y estancamiento para el país, al no poder contar con jóvenes y adultos que sumen con sus capacidades a la producción nacional.

 

Esta crisis silente en un contexto de preocupación sanitaria y económica, no puede ser dejada de lado, ha de ser enfrentada con un plan y medidas urgentes de corto, medio y largo plazo:


 

1.      Implementar un plan de reforzamiento del aprendizaje centrado en los grados que cada estudiante ha estado matriculado en los cursos 2020-21

2.      Realizar un diagnóstico de los y las estudiantes que presenten mayor rezago y por consiguiente un plan de reforzamiento focalizado y adaptado a estos grupos.

3.      Implementar un Plan de fortalecimiento de capacidades del cuerpo docente, tanto de conocimientos como de habilidades pedagógicas, acompañado de un sistema de seguimiento y evaluación constante.

4.      Garantizar a los y las estudiantes los recursos materiales, didácticos y tecnológicos necesarios para un aprendizaje en igualdad de condiciones

5.      Integrar a las familias, comunidades y actores de la sociedad civil en acciones de reforzamiento fuera del aula, promoviendo así espacios no tradicionales que fomenten el aprendizaje.

6.      Incluir la lectura y las matemáticas como piezas clave en estos planes, o de lo contrario estaremos solo simulando avances, y seremos responsables de cada uno de los niños y niñas que abandonen el sistema educativo por no saber leer.

7.      Implementar una estrategia dirigida al retorno a la educación de niños y niñas que hayan abandonado el sistema educativo con acciones focalizadas a sus necesidades incluyendo su inclusión en programas de protección social.

 

Si no logramos hacer frente a esta situación también seremos responsables de que esos niños y niñas se conviertan en otras víctimas inocentes: las del trabajo infantil, la explotación sexual comercial, la trata de personas o las uniones tempranas.

 

Ha llegado el momento de recordar que les debemos a los niños y niñas lo mejor que tenemos para ofrecerles, y que Salvar su Educación es un camino indeclinable para cumplir con sus derechos y oportunidades, y porque solo así construiremos un país competitivo a nivel regional e internacional.