LOS ÁNGELES - Uno de los obsequios de estadios más queridos en el béisbol es el bobblehead y Mookie Betts hizo que su primera noche de bobblehead de los Dodgers fuera aún más memorable de lo que nadie podría haber elaborado.
Fue un asunto familiar el lunes por la noche en el Dodger Stadium cuando la madre de Betts, Diana Benedict, y su hermano Mark asistieron para celebrar su noche de bobblehead y Diana lanzó el primer lanzamiento con estilo. Tenían asientos en la primera fila detrás del plato para ver a Betts y los Dodgers en una revancha de la NLCS de 2020 contra los Bravos de Atlanta.
Cuando Betts subió al plato en la tercera entrada, no dudó en aplicar su swing de jonrón en una bola rápida 1-1 del abridor de los Bravos, Drew Smyly. Viajó 378 pies hacia el jardín izquierdo y el Dodger Stadium se movió.
Cuando cruzó el plato, sorprendió a su mamá animándolo y saltando de emoción. Le lanzó un beso mientras trotaba de regreso al dugout, luciendo una sonrisa para el primer entrenador de béisbol de su vida.
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