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Comprometidos con una transición energética justa




¿Cómo podemos garantizar que una empresa energética que opera en más de 60 países y emplea a más de 30 000 personas cumpla con los objetivos climáticos y de desarrollo mundiales? La clave está en adoptar compromisos sólidos y seguir estrategias claras.

Este año pasado, hemos comprobado que la lucha contra el cambio climático y el compromiso con una transición energética sostenible y justa se han convertido en claras líneas de actuación dentro de la agenda global, y hemos visto que un número creciente de Gobiernos e inversores los han convertido en algo prioritario dentro de sus planes.

El sector privado desempeñará un papel clave, especialmente en el sector de la energía. La empresa energética Eni es consciente de los desafíos y las oportunidades que la lucha contra el cambio climático crea tanto para las personas como para las empresas, y quiere ser parte activa de una transición justa. Para lograrlo, debe afrontar un reto clave en su sector: garantizar que todos los ciudadanos puedan tener acceso a energía eficiente y sostenible mientras se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo con los objetivos del Acuerdo de París, y trabaja para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Esa es la razón por la que la empresa está incorporando principios de sostenibilidad ambiental y social en todo su plan de negocios, y está adoptando medidas en tres áreas principales: excelencia operativa, neutralidad de carbono para 2050 y creación de alianzas para el desarrollo.

Para conseguir la neutralidad de carbono en los próximos 30 años, Eni ha elaborado un plan a medio y largo plazo, que abordará las emisiones producidas durante todo el ciclo de vida de sus productos y utilizará tecnologías existentes para la descarbonización. Como consecuencia de esto, para 2050 Eni solo comercializará productos sin huella de carbono. La compañía apoyará estos objetivos invirtiendo 5700 millones de euros en descarbonización, economía circular, energías renovables e I+D para 2024.




«Estamos dando otro paso al frente para impulsar nuestra transformación. Nos comprometemos a descarbonizar completamente nuestros productos y procesos para 2050. Tenemos un plan concreto, detallado, sostenible desde un punto de vista económico y basado en tecnologías probadas», afirmó el consejero delegado de Eni, Claudio Descalzi, en la presentación del Plan Estratégico 2021-2024 de la compañía a principios de este año.
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Estos son algunos de los planes de Eni para cumplir con los objetivos de 2050:

Las emisiones totales de gases de efecto invernadero se reducirán en un 25 % para 2030, en un 65 % para 2040 y en un 100 % para 2050 (con relación a 2018).
La intensidad de carbono de los productos energéticos comercializados se reducirá en un 15 % para 2030, en un 40 % para 2040 y en un 100 % para 2050.

Se pondrá en marcha un gran número de acciones para alcanzar esas metas. La empresa quiere dar un fuerte impulso a la movilidad sostenible, así que aumentará progresivamente la capacidad de procesamiento de sus biorrefinerías, que ya se ha duplicado desde 2019, y, a partir de 2023, dejará de utilizar aceite de palma como materia prima. Además, ampliará su capacidad instalada de energías renovables a 60 GW para 2050 y reducirá la producción de hidrocarburos a medio plazo, con un aumento relativo de la proporción de gas natural. Las biorrefinerías de Eni y otros procesos industriales de alto consumo energético se alimentarán de hidrógeno.

La captura y el almacenamiento de carbono también forman parte de la estrategia de descarbonización de Eni: la empresa quiere crear centros de almacenamiento por todo el mundo para descarbonizar sus plantas, tanto propias como de terceros, y sus refinerías.

Nuevas tecnologías como Waste to Fuel, que transforma residuos urbanos en biocombustible y biometano, tendrán cada vez más protagonismo. Eni también ha puesto en marcha sistemas innovadores que pueden acceder a fuentes de energía limpias, seguras e inagotables, como la producción de electricidad a partir de la fuerza del oleaje y un proceso, todavía en fase experimental, de fusión por confinamiento de dos núcleos de hidrógeno, que produce energía sin emitir gases de efecto invernadero.

Para reducir aún más su huella de carbono y avanzar hacia las emisiones netas cero, Eni también está invirtiendo en proyectos forestales REDD+, que protegen bosques primarios y secundarios en África, el sur de Asia y Latinoamérica, con lo que planea neutralizar más de 6 toneladas métricas de CO2 por año para 2024 y más de 40 para 2050.

Para tener éxito en la transición energética, es esencial contar con un enfoque colaborativo. Las empresas, las instituciones públicas y las organizaciones no gubernamentales deben colaborar para dar forma a soluciones adaptadas a cada ente económico y cada país, ya que no hay una forma única de avanzar hacia la neutralidad de carbono. Por eso, Eni está fortaleciendo sus alianzas en los países en los que trabaja, con el objetivo de fomentar el desarrollo y satisfacer las necesidades de las comunidades locales de acuerdo con los planes nacionales de desarrollo y la Agenda 2030 de la ONU. Lo que distingue a Eni es Dual Flag, una estrategia que utiliza en sus países socios y que le sirve para interactuar constantemente con las instituciones locales y otros actores para mejorar los medios de subsistencia y crear nuevas oportunidades de crecimiento. Con sus Programas de Desarrollo Local (PDL), Eni invierte en áreas como el acceso a la energía, la diversificación económica, la formación, la salud comunitaria, el saneamiento, el acceso al agua y la protección del suelo, de acuerdo con los contextos nacionales y regionales y las agendas internacionales de sostenibilidad.