S T. LOUIS -- Mientras Dominic Smith se deslizaba por la tierra, con la mano izquierda extendida, Jeff McNeil se movió alrededor de la tercera base con la potencial carrera de la ventaja. La carrera de McNeil fue un lujo, si es que fue una carrera. Lo que importaba, en ese momento, lo único que importaba, era que Smith derrotara a Giovanny Gallegos.
Totalmente horizontal, Smith golpeó la base con la mano. Gallegos, el lanzador contrario, la tocó una fracción de segundo después. El árbitro Mark Wegner abrió los brazos a cada lado. Lo que podría haber sido el out final del juego se convirtió en un sencillo dentro del cuadro de dos carreras que dio la ventaja, lo que permitió que la racha mágica de principios de temporada de los Mets continuará con un triunfo de 5-2 sobre los Cardinals en el Busch Stadium.
“Todo el mundo tiene algo que ver en esto”, dijo el lanzador abridor Max Scherzer, cuyas siete entradas en blanco mantuvieron a los Mets en el juego. “Todo el mundo tiene algo que ver con hacer algo por el equipo”.
En esta noche, comenzó con Scherzer y parecía destinado a terminar allí; los Mets, a pesar de demostrar prolíficos ofensivamente en sus primeros 17 juegos, no pudieron hacer mucho contra el abridor de los Cardinals, Miles Mikolas.
Su impotencia finalmente se disolvió en el noveno, cuando Eduardo Escobar empujó un sencillo con un out por el medio. Con dos outs, Mark Canha siguió con un roletazo a la tercera base, que el nueve veces Gold Glover Nolan Arenado fildeó torpemente antes de derribar la primera base. Escobar anotó y, luego, cuando McNeil siguió con un doble, los Mets se encontraron con la carrera del empate a solo 90 pies de casa.
Fue entonces cuando Smith, quien se ha encontrado en la banca la mayoría de las veces a pesar de la profunda mala racha de principios de temporada de Robinson Canó, llegó al plato. Frente a Gallegos, Smith golpeó la pelota quizás demasiado fuerte; cuando Paul Goldschmidt logró derribarlo detrás de la primera base, pareció haber suficiente tiempo para sacar al corredor. Pero Gallegos tardó en romper por el primero, lo que le dio a Smith el tiempo suficiente para vencerlo hasta la bolsa. Su velocidad de sprint alcanzó un máximo de 27,5 pies por segundo, según datos de Statcast, más de un pie completo por segundo más rápido que su sprint promedio esta temporada.
“Los 90 más rápidos de su vida”, bromeó McNeil.
“Me sentí lento”, dijo Smith, riendo. “Pero estaba tratando de correr duro”.
El resto de la victoria pareció una formalidad, particularmente después de que Brandon Nimmo conectó un jonrón de dos carreras para aumentar el margen de error de Nueva York. Edwin Díaz clavó la atajada y eso fue todo. Los Mets no solo lograron evitar ser excluidos por primera vez esta temporada, sino que también lograron una de sus mejores victorias en la temporada joven. El gerente Buck Showalter lo llamó “una gran noche para nuestra organización y nuestros fanáticos”.
“Estos son juegos a los que puedes volver y recordar por qué haces todo esto”, dijo Showalter.
En todas sus respuestas con respecto a su buen comienzo, Showalter y otros han tenido cuidado de notar cuán larga es la temporada. Es una lección que aprendieron el año pasado, cuando el equipo ocupó el primer lugar durante 114 días, solo para terminar tercero en la División Este de la Liga Nacional.
Pero este es un elenco diferente de personajes, aparentemente resistente incluso a la pérdida del as Jacob deGrom, cuya línea de tiempo sigue siendo tan turbia como siempre después de su última resonancia magnética. Los Mets están ganando sin él, gracias a las contribuciones de muchos otros. Lo están haciendo con bateo oportuno y corrido de bases agresivo, dos atributos que rara vez han sido distintivos para ellos en la historia reciente. Y lo están haciendo casi todas las noches.
“Simplemente estamos en el flujo de las cosas”, dijo Scherzer. “Hemos salido bastante bien de las puertas, pero aún no hemos ganado todo. Abril es abril, pero las cosas se ponen difíciles aquí en los próximos meses. Ahí es cuando nos haremos la prueba. Pero es bueno venir y enfrentar buenos equipos, obviamente St. Louis tiene un gran equipo, poder venir aquí y competir realmente bien contra ellos”.
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