Periódico Dominicano Libre de Prejuicios; Porque somos Imparcial siendo Objetivo

Imparcial RD

Enciende la luz, la exposición interactiva desarrollada por LLYC que visibiliza la violencia de género



La exposición virtual e interactiva ‘ENCIENDE LA LUZ’, aplica la creatividad para visibilizar y ayudar a detectar situaciones normalizadas relacionadas con la violencia de género en el hogar.

La colección cuenta con cinco fotografías de Enea Lebrun, basadas en historias reales que relatan el control sobre la forma de vestir, la economía personal, las obligaciones domésticas o las relaciones personales y sexuales.


Para ver la exposición completa ingresa a:

https://www.iluminalarealidad.com/


FUNDAMORGAN, APLAFA y Fundación Espacio Creativo, con la colaboración del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) y Metro de Panamá, presentan ‘ENCIENDE LA LUZ’, una exposición virtual e interactiva diseñada por LLYC (Llorente y Cuenca), la consultora global de comunicación, marketing online y asuntos públicos que busca reflejar la realidad y ayudar en la detección de situaciones normalizadas en relación con violencia de género.

Cinco fotografías, cinco historias reales

La colección cuenta con cinco fotografías - bajo la autoría de Enea Lebrun- basadas en historias reales de mujeres que han sido víctimas de violencia de género en el hogar.

Estas relatan situaciones rutinarias y asumidas como propias en su rol social de mujeres, transmitidas de generación en generación, como el control sobre la forma de vestir, la economía personal, las obligaciones domésticas o las relaciones personales y sexuales.

De este modo, la colección muestra escenas aparentemente normales y cotidianas y es el espectador quien ha de ‘iluminar la realidad’ al presionar un botón morado contiguo. Una vez pulsado, la fotografía develará un mensaje iluminado de cada una de estas mujeres que cuenta cómo su libertad es sometida poco a poco. Además, en cada fotografía se despliega las historias completas de estas mujeres, con el fin de entender qué hacer si conocen una situación similar.


En palabras de Marina Pérez, directora ejecutiva de FUNDAMORGAN: “Existe la falsa creencia de que la violencia de género solo se produce mediante agresiones físicas. Sin embargo, en nuestra sociedad hay otras formas de violencia que pasan desapercibidas. Son formas de maltrato muy sutiles, difíciles de detectar para las víctimas e incomprensibles para las personas cercanas a ella, puesto que no se da ni un golpe y proviene la mayor parte del tiempo de hombres cercanos, en quienes se espera confiar”.

“En esta iniciativa hemos combinado el idioma de la cultura y el arte con la comunicación creativa para concienciar sobre situaciones de violencia de género cotidianas que viven a diario las mujeres y que no siempre se ven. Queremos agradecer a FUNDAMORGAN, APLAFA Y Fundación Espacio Creativo la confianza depositada, así como su valentía por liderar este tipo de iniciativas tan necesarias”, señaló Teresa Rey, directora de Consumer Engagement en LLYC Panamá.

¿Cómo podemos ayudar a alguien que está viviendo una situación similar?

Créele: aprendemos que la violencia la ejercen hombres locos, inhumanos, psicópatas, lo que hace difícil que cuando nos encontramos con historias de violencia en nuestros entornos más cercanos se tienda a pensar que es una mentira de la víctima o que está exagerando. Normalmente, se minimiza la situación o se desacredita a la víctima: “algo debió haber hecho”. El primer paso que tenemos que dar como sociedad es creer a la víctima y sospechar del agresor, cuando lo que sucede en la mayoría de las situaciones es lo contrario.

No juzgues: la culpa nunca es de las víctimas, sino de la persona que ejerce la violencia. No existe justificación válida para violentar a una mujer, ni lo que lleva puesto, ni con quien se relaciona, ni su nacionalidad, ni cualquier otra situación de su vida. Las mujeres que viven violencia pueden demorar años en denunciar, incluyendo en casos de violencia sexual que puede que nunca se denuncien. Esto se debe tener claro para no juzgar los procesos personales de cada una; los tiempos de las víctimas pueden ser diferentes a los que esperamos socialmente.