SD conecta 6 jonrones, de 5 bateadores, para superar a los Giants en el primer partido
CIUDAD DE MÉXICO -- Entre entradas, la banda de mariachis tocó y la multitud llena en el Estadio Alfredo Harp Helú cantó al unísono. Cuando Nelson Cruz lanzó un jonrón indudable en la tercera entrada, Fernando Tatis Jr. lo saludó en el escalón más alto para otorgarle un sombrero.
Cuando Manny Machado conectó un jonrón de dos carreras para poner a los Padres arriba en la séptima entrada, el estadio estalló. Cuando Nick Martínez azotó la puerta en el noveno, el clásico de Vicente Fernández “Volver, Volver” resonó en los parlantes y el estadio volvió a cantar.
En una cálida noche de sábado en la Ciudad de México, el lento comienzo de la temporada 2023 de los Padres se sintió como si estuviera a 2,000 millas de distancia. Porque lo fue. ¿Sus luchas ofensivas? Más de un problema para el nivel del mar.
Los Padres y los Gigantes llevaron el béisbol de grandes ligas a la capital de México por primera vez el sábado. Y lo hicieron con una exhibición ofensiva asistida por la altitud para todas las edades: una pelea de 16-11 en la que los Padres golpearon un poco más para abrir la Serie de la Ciudad de México .
Cinco Padres se hundieron, incluido Machado dos veces, cuando San Diego sobrevivió a los Gigantes. A una altitud de 7,300 pies, los dos equipos se combinaron para 11 jonrones, dos menos que el récord de las Grandes Ligas establecido por los D-backs y los Filis en 2019. Diez jugadores se hundieron, igualando la marca de las Grandes Ligas establecida en ese mismo juego.
“No puedo decir que me encanta lanzar aquí”, dijo el lanzador abridor de los Padres, Joe Musgrove , quien fue castigado con siete carreras en tres entradas y un tercio. “Pero ese es uno de los juegos de pelota más divertidos de los que he sido parte”.
No es que un ambiente como este necesariamente necesitará la ofensiva. La fiesta comenzó temprano y se prolongó hasta la noche. El estadio de béisbol zumbó mucho antes del primer lanzamiento, con las puertas abiertas tres horas antes para permitir que los fanáticos asistieran a la práctica de bateo completa de ambos equipos.
Los cuernos resonaron. La ola estalló varias veces. Cuando la acción en el campo se hizo más lenta, algo raro en un juego como este, los fanáticos bailaron con melodías locales, a menudo tocadas por una banda de mariachis detrás del plato.
“Me encanta”, dijo Juan Soto . “Me encantó cada segundo, cada momento”.
Dijo Tatis: "Se me puso la piel de gallina antes de que comenzara el juego, y cuando tienes esos sentimientos, definitivamente juegas mejor".
El ambiente adecuado en el momento adecuado para estos Padres. Su ofensiva cacareada llegó cojeando a México, luchando en casi todos los departamentos excepto en las bases por bolas. El equipo abrió la temporada apenas 13-14.
Luego, cada uno de los primeros cinco bateadores de los Padres lanzó jonrones el sábado. Cruz inició los fuegos artificiales con un tiro solitario en el tercero. Soto y Xander Bogaerts se enfrentaron en el cuarto. Tatis y Machado lo hicieron en el quinto.
“Esto”, dijo Tatis, “es justo lo que necesitábamos”.
Con el jonrón de la tercera entrada de Cruz, se convirtió en el jugador de mayor edad en la historia de la franquicia en conectar un jonrón, superando la marca de Rickey Henderson. Ese fue uno de los cinco hits de Cruz, lo que lo convirtió en el segundo jugador de mayor edad en la historia de las Grandes Ligas con un juego de cinco hits (solo detrás de Pete Rose, de 45 años).
Además de todo, Cruz incluso robó la segunda base durante una octava entrada de cuatro carreras en la que los Padres abrieron el juego.
“Es increíble”, dijo Soto. “Ves a un tipo así, es un molinillo. Está moliendo todos los días, y es increíble ver lo que puede hacer. Viene todos los días a jugar duro. No importa si tiene algún problema, viene todos los días a jugar. Es una locura ver eso a los 42 años”.
El zurdo Tom Cosgrove obtuvo la victoria en su debut en las Grandes Ligas, retirando a Joc Pederson para terminar la parte alta de la séptima entrada antes del jonrón de dos carreras de Machado. Martínez siguió con dos entradas de relevo sin luces, ponchó a cinco y de alguna manera hizo que el ambiente pareciera normal.
No lo fue, por supuesto. Mientras la fiesta rugía en las gradas, Martínez dijo que su mente divagaba. Más que nada, quería asegurarse de que no fuera él quien estropeara la celebración posterior al partido planeada por el equipo. Habían empacado una piñata Buzz Lightyear de cuatro pies llena de dulces . Planearon reventarlo.
Naturalmente, Cruz tuvo los honores. Su primer golpe le arrancó la cabeza a Lightyear, pero Cruz no sacó tantos dulces de sus primeros cortes. (Sus peores golpes de la noche). Finalmente, Cruz agarró la piñata y la arrojó al suelo.
Inició una celebración en todo el clubhouse de los jugadores de los Padres, la mayoría de los cuales se pusieron máscaras de Lucha Libre con el tema de City Connect . Cruz, mientras tanto, bailaba mientras lucía el sombrero de jonrones, un accesorio que Tatis encontró en sus aventuras durante el día libre del viernes. Ese accesorio inicialmente estaba destinado solo para estos dos juegos. Pero después de una noche como esta, ¿quién sabe?
“Si vamos a seguir rodando, por supuesto que lo llevaremos a San Diego”, dijo Tatis.
Primero tienen nueve entradas más en la Ciudad de México.
Y podrían anotar algunas carreras más.
