La capital de Alagoas declaró el estado de emergencia el 29 de noviembre pasado ante el peligro del colapso inminente de la mina, excavada por la petroquímica Braskem.
Lo que se temía está sucediendo: una mina de sal de roca excavada por la petroquímica Braskem en la ciudad de Maceió, la capital del estado brasileño de Alagoas (noreste), se derrumbó parcialmente este domingo sin dejar víctimas gracias a que toda el área ya había sido evacuada, según informaron las autoridades locales.
La Defensa Civil informó que está inspeccionando el lugar del accidente para obtener más informaciones y aclaró que "la mina y todo su entorno están desocupados y no hay cualquier riesgo para las personas" que vivían en los barrios evacuados.
El colapso de la mina 18 era esperado debido a que el suelo de la región comenzó a hundirse rápidamente, a un ritmo de 0,54 centímetros por hora, desde que se sintieron cinco movimientos telúricos en noviembre. Desde entonces el suelo en algunas áreas de Maceió se hundió cerca de 2,30 metros.
Una zona peligrosa
La Defensa Civil alertó en un comunicado el jueves que el área con mayor peligro de colapso era precisamente la mina 18 y que existe peligro de que el hundimiento total se extienda por un área con un diámetro de 78 metros.
Los barrios evacuados están ubicados en una amplia área en la que Braskem excavó 35 minas de sal de roca por unos 40 años, pero la petroquímica interrumpió sus operaciones en 2018 tras las primeras señales de hundimiento del suelo y de grietas en las edificaciones. Las minas subterráneas se extienden por cerca del 20% de Maceió, una ciudad con cerca de un millón de habitantes.
Un informe del Servicio Geológico de Brasil concluyó que el problema fue causado por las excavaciones en un área con una falla geológica, por lo que, desde 2018, Braskem inició la evacuación de unas 60.000 personas que vivían en cinco barrios, que fueron reubicadas en otras áreas de la ciudad.
Estado de emergencia
Al menos 14.000 viviendas fueron inhabilitadas y sus propietarios aseguran que hasta ahora no han sido totalmente indemnizados, pero la empresa alega que ya pagó cerca de 17.700 indemnizaciones a los damnificados por un valor sumado de unos 3.000 millones de reales (unos 612 millones de dólares).
La capital de Alagoas declaró el estado de emergencia el 29 de noviembre pasado ante el peligro del colapso inminente de la mina.
El pasado lunes el Instituto del Medio Ambiente (IMA) del estado de Alagoas le impuso una multa de 72 millones de reales (aproximadamente 13,5 millones de euros) al gigante petroquímico por su responsabilidad en la "degradación ambiental" en el área en que operaba.
El riesgo ecológico aún existe: ante una posible inundación, los restos no explotados del depósito salino podrían liberar una enorme cantidad de sal disuelta en las zonas costeras y las aguas subterráneas, lo que podría arruinar los ecosistemas locales.