Un trabajador en una fábrica de Dar es Saalam, en Tanzania.
Los trabajadores contribuyen al crecimiento de la economía mundial, pero se llevan a casa una proporción menor de ese crecimiento, explica un nuevo informe de la agencia del trabajo, que atribuye parte de ese fenómeno a los avances tecnológicos y la inteligencia artificial.
La proporción mundial del ingreso laboral, que representa la parte de los ingresos totales obtenidos por los trabajadores, disminuyó un 0,6% de 2019 a 2022 y desde entonces se ha mantenido estable, lo que agrava una larga tendencia a la baja, señaló este miércoles la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En su nuevo informe de perspectivas sociales y de empleo, la OIT indicó que el estancamiento del ingreso aumenta la desigualdad y subrayó que, además, una gran proporción de los jóvenes del mundo carece de empleo, educación o formación, lo que aleja a los países de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La directora general adjunta de la OIT, Celeste Drake, explicó que si bien los trabajadores contribuyen al crecimiento de la economía mundial, se llevan a casa una proporción menor de ese crecimiento.
“Esto debe cambiar, porque está aumentando la desigualdad, lo que tendrá un efecto desproporcionado sobre los trabajadores”, añadió Drake.
Pandemia y tecnología
El estudio destaca la pandemia de COVID-19 como un factor clave del descenso, ya que casi el 40% de la reducción de la proporción de ingresos laborales se produjo entre 2020 y 2022.
La crisis exacerbó las desigualdades existentes, sobre todo porque las rentas del capital siguen concentrándose entre los más ricos, socavando los avances hacia el ODS 10, que busca reducir la desigualdad dentro de los países y entre ellos.
Un trabajador en una fábrica de Dar es Saalam, en Tanzania.
Además, la OIT argumentó que los avances tecnológicos, incluida la automatización y la inteligencia artificial, tienen mucho que ver en esta tendencia, ya que aunque han impulsado la productividad y la producción, han contribuido a la reducción de la proporción de las rentas del trabajo.
El informe advierte que sin políticas integrales que garanticen un amplio reparto de los beneficios del progreso tecnológico, los recientes avances en el campo de la inteligencia artificial podrían agravar la desigualdad.
Se requieren políticas de distribución equitativa
Celest Drake dijo al respecto que los países deben tomar medidas para contrarrestar el riesgo de disminución de la participación de los ingresos laborales.
“Necesitamos políticas que promuevan una distribución equitativa de los beneficios económicos, prácticas laborales justas y un crecimiento inclusivo, y que nos ayuden a retomar el camino hacia un desarrollo sostenible para todos”, puntualizó la directora general adjunta.
Muchos ninis
El informe subraya asimismo que hay una gran proporción de jóvenes que no estudian, ni trabajan, ni están en formación -conocidos como “ninis”-, y afirma que se trata de una realidad preocupante.
Detalla que la tasa mundial de ninis descendió menos de un punto porcentual en nueve años, pasando del 21,3% en 2015 al 20,4% en 2024, un nivel que se mantendría durante los próximos dos años. En el caso de las ninis mujeres, la cifra de 2024 se ubica en 28,2%.